Sunday, November 20, 2005

reportereso

Al final no hablé con mi jefa, porque ella tiene que hablar antes en recursos humanos. Tengo miedo de equivocarme. Tengo miedo de estar aspirando a algo para lo que no tengo capacidad. Siempre pienso que no tengo capacidad. Y después en el camino te cruzás con cada boludo caradura, que está cinco pasos adelante solamente porque se anima.
Hace más o menos tres años, cada vez que yo tenía que hacer una entrevista (para una nota) me asomaba a un precipicio. Sentía el vacío que me aspiraba desde abajo, se me movía el mundo (supongo que así se debe sentir la gente durante un terremoto), no tenía estabilidad. Hubo días que pensé que me moría. Tan simple como eso, "cuando llegue me muero", pensaba. Ni que hablar del entrevistado, que usualmente era un monstruo de tres cabezas, dientudo, caníbal y malísimo. Sentía que sus ojos me atravesaban, y veían todo lo que me pasaba con cada una de sus palabras. Obvio, no escuchaba nada. Me iba con la sensación de que no había entendido nada. Ahora es un poco más fácil. Casi como si me contaran un cuento, voy y pregunto todo lo que se me ocurre, cualquier cosa. Así es más divertido.

2 Comments:

Anonymous Anonymous said...

mirá, yo creo q si planteas las cosas bien, positivamente, con lo que VOS tenés para OFRECER concretamente a una posición como a la que aspirás (no sé bien cuál es) a lo sumo te dan un no y punto. es frustrante - acopio unos cuanto NO ya- pero si no lo intentas no lo vas a saber nunca.
hasta donde sé nadie da nada gratis y menos te toca la puerta para avisarte. uno tiene que ir. con la mejor onda, claro.

3:47 AM  
Blogger Unknown said...

Es una cuestión de elecciones. Claro.
Cordialmente,
Yo.

11:20 AM  

Post a Comment

<< Home