ex

parece que están todos agarrados al sillón. Me miran raro. Ya estoy afuera otra vez, ya soy una ex. Conozco de sobra ese lugar. No entienden que yo no quiera seguir ahí. No entienden que YO quiera hacer otra cosa.
Se me ocurren cosas para hacer, y al principio me entusiasmo, me parecen re copadas. Después, de a poco, van perdiendo la onda, se les va el brillo, se opacan, y al final queda un esqueleto cero gracia. Y ahí vuelvo otra vez al primer casillero, la inútil nº 1, otro lugar conocido.
Todo esto que estoy escribiendo me parece tremenda garcha. Me chupa un huevo, hoy no sale otra cosa.
Siempre pienso que escribir (o hacer cualquier cosa) es como jugar al fútbol. Yo jugué poco al fútbol, siempre con mis hermanos. Pero pienso en esos jugadores que son brillantes. Hasta maradona tuvo partidos en los que jugó mal. No sé, me parece que no se entiende nada.
Hay días que quiero que todo esté perfecto, que las frases cierren, que quede lindo. Y hay otros que prefiero que se vean los hilos. Digo, hay gente que tiene una técnica vocal re lubricada y nunca desafina. Y hay otra que por ahi nunca estudió en ningún conservatorio, se arregla con una guitarrita, y en los agudos patina, pero canta con ganas. No tiene por qué ser una cosa o la otra, pero si tuviera que elegir, me quedo con estos últimos.
En fin, estoy un poco descentrada. Hoy no se entiende nada, pero está bien.