cursi, y qué??

Me gustaría poder escribir sin ponerme tantas trabas. Dejar que las palabras me salgan, que vayan de donde sea que nacen a las manos y de ahí al papel sin intermediarios. No tener que estar pensando en quién va a leer estas líneas, no pensarme chiquita y estúpida. Cuando prendo la cámara me cuesta mucho apagarla.
Un día ideal para mí es un día en que todo me chupa un huevo. Esos días puedo caminar mirando el cielo, o el piso, o leyendo, sin imaginarme que el pibe que está enfrente, la vieja de pelo violeta, el chico que pasea al perro y la mujer que hace ruido con los tacos están mirando lo mal que me queda el pantalón, lo encorvada que estoy, lo torpe que soy, lo mal que tengo el pelo, o mi gesto de asco. Esos días parece que formo parte, que le doy la mano a algo o a alguien y estoy en la ronda. Parece que no hay nada entre vos y yo, que todos somos un nosotros, que todos formamos una red blandita y con gusto a miel. Esos días quiero, quiero esos días.

días como hoy

Me gusta viajar en subte cuando hay poca gente. Voy y me siento al lado de una ventanilla abierta, y cuando llego a Alem estoy toda despeinada pero contenta. No sé si sigue estando, pero en una zona entre dos estaciones, a veces veo una publicidad que es como un corto mudo, en blanco y negro. Lindo.
Quiero llevarme la cámara y sacar fotos en la línea A. Los vagones de madera, los viejos que se quedan dormidos, el color verde agua de las escaleras en algunas paradas. Me dijeron que no se puede. Lástima.
Otras cosas que me gustan: los tostados de jamón y queso, acostarme en la arena a las 7 de la tarde y mirar el cielo, andar descalza, volver de noche a mi casa caminando por paez y ver la luna amarilla y redonda, el chocolate, los libros (mucho!), cuando me meto en las películas y me olvido que hace frío, calor o que el de al lado come pochoclo, reírme con mis hermanos, que mi perra mueva la cola cuando llego, los besos, y algunas (muchas) cosas más.

auxiliooooooo!

estoy en problemas, no sé qué hacer. Al final se me termina el contrato el 31 de diciembre (me enteré hoy, shit!). Hablé con mi jefa (joven, buena onda, pero a veces me da la impresión medio inútil), y le dije que quiero un trabajo con un poquitín más de vuelo. Me dijo: "ah, pero eso ya no está en mis manos, hablá en recursos humanos, hacé lobby por la redacción". Buenísimo, el tema es que quiero algo copado, y en redacciones vetustas como la del diario en que trabajo la palabra "copado" no existe (literalmente, dirigirse si no al manual de estilo). ¿Qué hago? ¡¿Qué hago?!.
Para la gente que me vea de acá al 31 de diciembre, sepan disculpar la histeria... (yo avisé!)

una bomba que explota

hace un tiempo un amigo me contó que estaba pensando probar quedarse callado todo un día seguido. "Tendrías que quedarte encerrado en tu casa", le dije. "Y no podés cantar en la ducha, bajón". Lo hablamos un rato y llegamos a la conclusión de que era imposible. O por lo menos para mí ahora sería imposible. Hace unos años no sé. Cada vez que tengo esos días "viejos", esos días antiguos, pasados, medio podridos, siento que se me va formando una pelotita en la panza. La pelotita en nada es pelotota y me sube hasta la garganta. En ese momento, ya no me queda otra que gritar. Voy y grito en el subte. Probaron?

reportereso

Al final no hablé con mi jefa, porque ella tiene que hablar antes en recursos humanos. Tengo miedo de equivocarme. Tengo miedo de estar aspirando a algo para lo que no tengo capacidad. Siempre pienso que no tengo capacidad. Y después en el camino te cruzás con cada boludo caradura, que está cinco pasos adelante solamente porque se anima.
Hace más o menos tres años, cada vez que yo tenía que hacer una entrevista (para una nota) me asomaba a un precipicio. Sentía el vacío que me aspiraba desde abajo, se me movía el mundo (supongo que así se debe sentir la gente durante un terremoto), no tenía estabilidad. Hubo días que pensé que me moría. Tan simple como eso, "cuando llegue me muero", pensaba. Ni que hablar del entrevistado, que usualmente era un monstruo de tres cabezas, dientudo, caníbal y malísimo. Sentía que sus ojos me atravesaban, y veían todo lo que me pasaba con cada una de sus palabras. Obvio, no escuchaba nada. Me iba con la sensación de que no había entendido nada. Ahora es un poco más fácil. Casi como si me contaran un cuento, voy y pregunto todo lo que se me ocurre, cualquier cosa. Así es más divertido.

bueeeenooo...

Mañana voy a hablar con mi jefa para decirle que ya no quiero hacer más ese trabajo para monos. Tengo miedo de extralimitarme. En realidad, yo quiero que ella sepa qué es lo que a mí me interesa. Es probable que no aporte nada, pero por lo menos me voy orientando.
Es que es un trabajo tan aburrido. tic tic tic enter enter enter alt alt alt supr supr supr zzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzzz

Otra cosa que voy a hacer es dormir. Dormir largo y tendido, y ojalá llueva a la mañana así me dan ganas de seguir durmiedo y durmiendo.
Me parece que el melodrama de las últimas semanas era por cansancio, menstruación y planetas cruzados. Esta semana dice aschira que voy a tener suerte en el amor y el trabajo, alguien más es de tauro?

toy podrida

ya sé, tengo que boludear menos y estudiar más.
Quiero vacacionaaar!! tirarme en la cama y mirar el techo, con el ventilador en 5 a fondoooo!!
Quiero ir al cineeee, quiero leer los ocho libros que me esperan al costado de la camaaa.
Quiero salir a dar vueltas por palermo una noche acalorada, ver a la gente pasear y que no me importe nadaaaaaaaa...

besosmil

es nada más que estoy tan triste, tan.
No sé si alguien se da cuenta, me parece que no.
Hoy borré cartas, ¿cuál es el próximo paso?
También me peleé (pelié, en argentino), con un compañero del trabajo. Me dijo que soy una pendeja caprichosa. Él es un envidioso de mierda. Se pone medio violento el tema a veces.
La verdad es que no me importa, pero como estoy cansada me pegó medio de costado, y empecé a llorar y no podía parar. Y no paré, lloré como media hora seguida.
Gracias a todos los que pasan por acá y me dejan mensajes (denseriograciaschicos, ¿queestaráhaciendolagenteencreamfields, endrogadasaltandosinparartocandoeltechoconlasmanos?)

el robot

mirá acá san ti
www.elrobotbajoelagua.com.ar

what?

Me da vértigo, vengo durmiendo cuatro horas, tengo ojeras violeta oscuro.
Soy un caracol, dejo una estela de baba brillante a mi paso. Me pegoteo. Salgo cuando llueve a buscar otros caracoles. A veces los veo, otras me pisan. Me gusta encontrar charcos helados en invierno, y cuando el rocío se convierte en escarcha.
Hoy mi coraza me arrastró hasta parque patricios. Llevé mis binoculares, los digitales, y me encontré con otros, muchos, bichos.
Mi cabeza se llena de ecos, pero hay sol y la tierra está seca, me trepo al tanque de agua y miro todo como si fuera una maqueta. No me importa ensuciarme. Veo un túnel redondo y finito, y al final hay una escalera.

me cuestan los títulos

Tengo fobias.
Mi psiquiatra anotó en la receta: "trastorno depresivo ansioso". Por eso tomo las verdes.
Algunas veces me parece que hay un regodeo en la melancolía. Como si tuviera un toque de glamour. Sí, puede ser atractivo visto desde afuera. Desde adentro no es tan pintoresco, no cuando estás genuinamente triste y ni te dan ganas de levantarte a la mañana. Obvio, no es siempre así. Ahora no es así. Pero parece que no puedo dejar de escribir sobre esto. Yo también me regodeo, es como una adicción morbosa.
Mi mamá me trajo un té, quiero a mi mamá.
Vayan a ver Vida en Falcon.
Sigo desgrabando.

mis zapatillas sobre tus pies

no puede ser que lo siga extrañando. Me parece que me lo construí yo todo todito. Que me lo vengo armando hace años, desde los 13. Como un rompecabezas de muchos colores imperfectos y mezclados, del color del sol, pero con el viento de las noches de verano. Noches en pinamar descalza por el centro, por bunge hasta la playa, y la arena entre los dedos. Quiero que me agarre la cara con las manos. Y basta porque me pongo a llorar.

Sociales

Hoy a las 9 de la noche fui a dar un parcial, en un aula del primer piso, la 7. Mi facultad es una mezcla del asilo warnes y cromagnon, todo en una licuadora. Las escaleras están rotas, el ascensor casi nunca anda, en general está un poco sucio. A las 10 cierran la puerta que da a Franklin, y todos tenemos que salir por Ramos Mejía.
Ya a esta altura del partido, hay muchas caras que te suenan. Gente con la que por ahi no hablaste nunca, pero con la que cursaste veinte materias, con la que te cruzás en los pasillos, en la escalera, en apuntes. Ya tendría que saludarlos, me parece.
Pasó bastante tiempo hasta que me sentí cómoda en ese edificio. Hoy es casi como mi casa. Al principio no entendía nada, era demasiado grande para mí. Ahora, aunque cada cuatrimestre siga equivocandome de aula las primeras tres semanas, ya lo conozco todo.
El año que viene nos pasan a Constitución. Ultimo año y otra vez perdida.